miércoles, 19 de abril de 2006

Operacion Cienfuegos

Economía
Operación Cienfuegos

Dólares y petróleo: ¿Manos libres para el nuevo imperialismo energético?
Miguel Rivero, Lisboa

miércoles 19 de abril de 2006 6:00:00

La creación, el pasado 11 de abril, de una empresa mixta entre los
gobiernos de Cuba y Venezuela para la reactivación de la refinería de
Cienfuegos forma parte de los planes de La Habana y Caracas para
incrementar su influencia política en el área del Caribe, a través de la
dependencia energética.

La nueva empresa mixta está participada por Cuba Petróleo (CUPET), que
controlará el 51 por ciento de las acciones, y la filial en la Isla de
la compañía Petróleos de Venezuela (PDVSA), que tendrá el 49 por ciento.

A propósito de esto, un artículo publicado en el diario venezolano El
Universal reflejó lo "extraño" de que PDVSA fuese accionista
minoritario, cuando en casi todos los otros acuerdos internacionales se
buscaba la forma de mantener el control del negocio.

El comunicado oficial publicado en el diario oficialista Granma ya
ofrece algunas pistas: "El objeto social de esta empresa es realizar
actividades de refinación de hidrocarburos y manufactura de productos;
compra, almacenamiento, procesamiento, distribución y comercialización
de hidrocarburos y productos derivados dentro del territorio cubano y en
el exterior; transporte de petróleo y sus derivados por vía marítima,
fluvial y terrestre dentro y fuera del territorio cubano, mediante naves
de su propiedad o fletadas a tales efectos".

La clave de los propósitos de Hugo Chávez y Fidel Castro radica en la
frase "transporte fuera del territorio cubano". De acuerdo con las
intenciones de Caracas y La Habana, Cienfuegos se convertirá en una
plataforma de lanzamiento de Petrocaribe y de la tan anunciada
Alternativa Bolivariana para la América (ALBA).

Reconstrucción elevada

Cuando Petróleos de Venezuela anunció, en agosto del año pasado, su plan
de negocios hasta 2012, rebautizado como Plan Siembra Petrolera, el
presidente del consorcio, Rafael Ramírez, especificó que la inversión
prevista por la parte venezolana para ampliar y modernizar la refinería
de Cienfuegos sería de 58 millones de dólares en total.

Sin embargo, el embajador de Venezuela en Cuba, Adán Chávez, se encargó
de precisar que ahora la inversión "inicial" se calcula entre
ochocientos y mil millones de dólares, para refinar unos 70.000 barriles
diarios de petróleo.

Algunos expertos venezolanos del sector petrolífero han comentado que no
se ha especificado la composición de esos 70.000 barriles diarios, ni la
fecha en que comenzarán las entregas. Recordaron además que el pasado
año el promedio diario que recibió el régimen de Castro desde Venezuela
fue de 98.000 barriles, según cifras oficiales de PDVSA.

Resulta lógico que la puesta en marcha de esta refinería sea a un coste
tan elevado: fue terminada de construir en 1990, en colaboración con la
ex Unión Soviética, pero fue paralizada inmediatamente después de su
arrancada por su alto consumo de combustible, en momentos en que Cuba
cayó en una fuerte crisis económica.

Dieciséis años de paralización significan la reconstrucción casi total
de esa industria, uno de los tantos "elefantes blancos" que dejó en la
Isla la ex Unión Soviética. El otro fue la planta nuclear de Juraguá,
donde quedaron enterrados más de mil millones de dólares, ya dados por
perdidos.

La Operación Cienfuegos lógicamente se entrelaza con los planes que
desde el 29 de junio de 2005 vienen fraguando Chávez y Castro, después
que fuera creada oficialmente Petrocaribe en Puerto La Cruz, Venezuela.

El 6 de septiembre, en Jamaica, con la presencia de Fidel Castro, Chávez
y el presidente de República Dominicana, Leonel Fernández, fue firmado
el acuerdo para que los Estados del Caribe compraran 185.000 barriles
diarios de petróleo a Venezuela, en condiciones ventajosas de precio y
financiación.

En dicha reunión, Trinidad y Tobago se desmarcó de sus socios del
CARICOM. El primer ministro de ese país caribeño, Patrick Manning,
advirtió que las pequeñas islas no tenían instalaciones para refinar el
petróleo y que la gasolina que recibían era almacenada y distribuida por
empresas transnacionales.

Manning fue un poco más lejos y alertó contra la influencia política que
podía otorgarle este trato al gobernante venezolano. Esta misma razón
fue la que utilizó el primer ministro interino de Haití, Gerard
Latortue, para criticar el proyecto de Petrocaribe, aunque sin dejar de
aprovecharse del mismo. "Hay que tener cuidado con Chávez", dijo
Latortue, y opinó que el mandatario venezolano "quiere utilizar esta
entidad para imponer su punto de vista político".

Ahí está el quid del asunto y el trasfondo de la operación Cienfuegos.
Tanto Castro como Chávez conocen que los países caribeños tienen peso en
las votaciones de Naciones Unidas, o en el caso de Venezuela, de la
Organización de Estados Americanos (OEA).

Por otro lado, recientemente el nuevo presidente de Haití, René Preval,
realizó una cordial visita de trabajo a La Habana y se reunió con
Castro, por lo que es de prever que las reticencias de Puerto Príncipe
también sean neutralizadas.

Sin rendir cuentas

Para todos estos movimientos políticos y estratégicos, no sólo en el
Caribe sino en otros países latinoamericanos, Chávez necesita tener las
manos libres y no rendir cuentas de las cifras millonarias que recibe PDVSA.

El pasado 14 de abril Venezuela informó que retirará a PDVSA de la
Comisión Nacional de Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en
inglés) cuando entregue su informe sobre 2004, a finales del próximo mes
de mayo, según la Agencia Bolivariana de Noticias (ABN).

El director de finanzas de Petróleos de Venezuela, Eudomario Carruyo,
dijo: la decisión "implicará que no tengamos que hacer ese informe 20-F,
que resulta muy engorroso y que se traducía en muchos esfuerzos para el
holding", reportó ABN.

El funcionario explicó que el 20-F es un informe operacional y
financiero, que recoge prácticamente toda la información de la empresa:
reservas, producción, refinación, resultados económicos, actividades
diversas, entre otros aspectos.

En buen romance, Chávez quedará totalmente con las manos libres para
dilapidar, junto a su socio y mentor, Fidel Castro, los recursos
venezolanos en esos ambiciosos planes del ALBA y otros por el estilo. No
faltarán ni los dólares ni el petróleo para llevar adelante la Operación
Cienfuegos.

URL:
http://www.cubaencuentro.com/es/encuentro_en_la_red/cuba/articulos/operacion_cienfuegos

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