sábado, 19 de marzo de 2011

Cuánto pagar por los servicios médicos?

Reformas económicas

¿Cuánto pagar por los servicios médicos?
Roberto Palmero Torres
Holguín 19-03-2011 - 12:00 am.

La propaganda oficial brinda razones para justificar los grandes
recortes venideros.

El viernes 18 de febrero del 2011, en la tercera página de la primera
edición del diario Granma apareció un artículo de opinión titulado
"¿Cuánto tendría usted que pagar por servicios médicos?", donde se
exponen los costos de algunos servicios médicos que hoy se reciben
gratuitamente en Cuba y que, de tenerlos que pagar, provocaría que las
instituciones de salud del país cerraran y fuera despedido el personal
sanitario al carecer de demanda su trabajo, por razones de precios, claro.

¿Hasta cuándo pretenderá este gobierno manipular la conciencia nacional
y someterla al silencio por "eterno agradecimiento"?, se preguntan
muchos cubanos.

Agradecer con la escopeta en la frente

Esta "gratuidad" ha sido una de las armas ideo-políticas más
publicitadas por el gobierno para destacar su "bondad y preocupación por
el pueblo". Pero, con independencia de si los cálculos de costos
presentados en el citado artículo son correctos o no, habrá que recordar
que el criterio para conformar los salarios en el país no incluye el
pago de los servicios de salud —en efectivo o por seguros médicos— y,
por tanto, resulta un absurdo suponer que debemos estar "agradecidos por
el regalo" cuando no se pagan salarios suficientes para sufragar dichos
gastos.

Tampoco debe omitirse que los pilares de la salud de una persona y una
nación pasan, inevitablemente, por una balanceada y suficiente
alimentación y una higiene personal y comunitaria adecuada.

Estas necesidades resultan imposible de alcanzar debido al altísimo
precio de la canasta básica nacional —alrededor de 900 pesos per cápita
al mes— y a que la renta media nacional mensual —vía salario medio más
remesa— no llega a los 300 pesos, lo cual coloca a cada habitante ante
la necesidad de agenciarse los 600 pesos faltantes —67 por ciento de
dicha canasta— de cualquier forma.

Si es imposible cumplir con esa humilde necesidad, ¿cómo se tiene el
coraje de demandar que se le agradezca al gobierno tal condición? ¿No es
acaso ese mismo gobierno quien somete a cada ciudadano a tan indigno
tratamiento? ¿Y no es el pueblo quien paga, con el precio de su trabajo
no retribuido, los servicios médicos? ¿O acaso hay alguna otra fuente
desconocida?

Según Karl Marx, no.

Sin embargo, la burla se acentúa cuando el artículo repite, obediente y
textualmente, uno de los puntos de los Lineamientos Económicos y
Sociales del próximo congreso del Partido, específicamente el dedicado a
la salud, donde se defiende la reducción de los análisis médicos con
alta tecnología, por costosos, y su sustitución por análisis clínicos,
es decir, por el reconocimiento físico del médico.

Ese parece ser el objetivo del artículo publicado en Granma: convencer a
pacientes y familiares de que no deben protestar porque no se indiquen
análisis complejos que descubran la causa de sus males y, más aún,
deberán exigir que no sean recetados tales análisis.

Todos somos números

¿Qué importa si se sobrevive o no a una enfermedad curable? Lo
importante es "reducir los costos" y cumplir con los mandatos de un
partido que, seguramente, ya redactó leyes para la aplicación de sus
incapaces e hipócritas propuestas de mejorar la vida de la población
cubana.

Más que cinismo, manipulación, ingenuidad o ignorancia lo que promueven
textos como ese artículo es la ambición de poder absoluto y vitalicio,
de autoridad sin límites, de reinar sobre un pueblo que cree ver en los
dirigentes del país a sus salvadores, pues están impedidos de escuchar
otra voz que no sea la de los medios de comunicación estatales. Se
trata, como política gubernamental, de arrebatar día a día la vida de
cada uno de los ciudadanos para alargar la de los dirigentes.

"¿Cuánto tendría usted que pagar por servicios médicos?", pregunta el
artículo de Granma. Frente a un cuestionamiento tan insidiosamente
parcial, aferrémosno a esta frase martiana: "La libertad cuesta muy
cara, y es necesario, o resignarse a vivir sin ella, o decidirse a
comprarla por su precio".

http://www.diariodecuba.com/cuba/3560-cuanto-pagar-por-los-servicios-medicos

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