domingo, 24 de abril de 2011

Aprendiendo a ser empresarios

Cambios en cuba La reforma económica aprobada por el Partido Comunista
comienza a aplicarse

Aprendiendo a ser empresarios

La autorización del Gobierno de Raúl Castro para abrir negocios "por
cuenta propia" genera muchas dudas entre los emprendedores que ignoran
los límites de la legalidad.
Isabel Sánchez (AFP) / La Habana | Actualizado 22.04.2011 - 10:43

Después de 50 años de paternalismo estatal sin pagar impuestos, los
cubanos comienzan a chocar en 2011 con los afilados colmillos del fisco,
inicio de un sistema tributario previsto por Raúl Castro que gravará
hasta la vagancia.

Aunque la ley tributaria está en vigor desde 1994, algunos de sus
gravámenes están "congelados" -como el que afecta a los salarios- en
espera de una mejora de la economía, y en la práctica sólo afectó hasta
2010 a poco más de 140.000 trabajadores privados en una población de
11,2 millones.

El Gobierno "tiene previsto aplicar gradualmente", entre otros,
impuestos sobre la vivienda, salarios y servicios públicos, "como gas y
alcantarillado", adelantó la ministra de Finanzas, Lina Pedraza.

Las reformas que impulsa Raúl Castro y que fueron aprobadas por
unanimidad en el recientemente concluido VI Congreso del Partido
Comunista de Cuba abren un nuevo escenario, los trabajadores no
estatales llegarán a 1,8 millones en cinco años, y se autorizan
cooperativas urbanas, así como pequeñas y medianas empresas privadas,
todo lo cual debe ser gravado.

Tres propietarios de nuevos restaurantes (paladares) que echaron a andar
sus negocios a fines de año, dijeron a la AFP que el tema de los
impuestos "lo estudiarían más adelante". Lázaro Méndez, propietario de
una tienda de artículos religiosos, asegura "que hay muchas gente con
deseo de hacer cosas pero mucha ignorancia sobre las leyes"

Pero Daysi Fernández, quien alquila habitaciones en su casa desde hace
algunos años, fue más precavida: "tengo que ver cómo es la cosa, si no
da la cuenta, entrego la licencia", dijo.

Los nuevos trabajadores privados tendrán un riguroso sistema tributario,
que incluye impuestos sobre la renta del 25% a 50%, ventas o servicios
(10%), contratación de fuerza de trabajo (25%) y una contribución
obligatoria al seguro social (25%).

Las proyecciones del Gobierno prevén un sistema tributario progresivo,
con fuerte carga en los empleadores de mano obra para evitar el
enriquecimiento, que estimule la eficiencia y los ingresos del Estado
para sostener las pesadas cargas de educación y salud gratuitas

"Yo iba a contratar a mi hijo como empleado en el taller, pero me es más
negocio que él saque su propia licencia, pagamos menos", dijo Roberto,
un mecánico de automóviles privado, de 48 años, del barrio Lawton en La
Habana.

Para el economista Rafael Betancourt "es lamentable que el actual
sistema tributario no establezca un período de gracia ni exenciones para
la recuperación del capital invertido", en una sociedad hasta ahora
igualitaria, que no cuenta con dinero acumulado para invertir. En un
artículo publicado en la revista Temas, Betancourt señaló que una alta
carga tributaria, la seguridad social y el pago por uso de la mano de
obra "dificultará la capitalización indispensable para el crecimiento de
los nuevos negocios".

A pesar de que ya son muchos más los que pagan impuestos, el cubano
medio no se ejerce como contribuyente.

El Gobierno es consciente de que hay que "fomentar la cultura tributaria
y la responsabilidad social" de su cumplimiento y por ello la Oficina
Nacional de Administración Tributaria (ONAT) comenzó en febrero una
campaña bajo el slogan Nuestro aporte importa.

Pero Betancourt señala que "también se deben explicitar los derechos y
no sólo los deberes de los contribuyentes, incluyendo conocer e influir
en qué se van a utilizar los tributos que aportan".

La película tributaria, que no tiene nada de comedia, y sí de drama para
todos y tragedia para algunos, apenas acaba de comenzar en Cuba. Según
la ministra Pedraza, urge actualizar la legislación tributaria, y por
ejemplo en el sector agrícola "se aplicará un impuesto sobre propiedad o
posesión de tierras" y uno adicional a las "tierras ociosas".

Ni los vagos se salvan de los impuestos, "tenemos que (...) estudiar
para hacer propuestas de qué tipo de gravamen especial, no lo tenemos
identificado, pudiéramos aplicar a aquellas personas que estando aptas
para trabajar no lo hacen y disfrutan de todos los beneficios sociales",
añadió la ministra.

http://www.diariodejerez.es/article/mundo/957494/aprendiendo/ser/empresarios.html

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