viernes, 6 de enero de 2012

Perspectivas de la economía cubana en el 2012 (I)

2012, Economía, Cambios

Perspectivas de la economía cubana en el 2012 (I)

El año comienza sin que las autoridades hayan dado pasos decisivos en la
implantación de las reformas urgentemente requeridas

Oscar Espinosa Chepe, La Habana | 06/01/2012

La economía cubana tendrá muchos obstáculos y retos en 2012; unos de
carácter interno y otros a causa del entorno internacional cargado de
incertidumbres y peligros. Por ello, el crecimiento del 3,4 % del PIB
planteado por el Gobierno —sin dar elementos que ayuden a validar ese
porcentaje— resulta improbable de cumplir. Aun si se alcanzara ese
objetivo, por su pobre magnitud con tantos problemas acumulados durante
muchos años, ese incremento sería absolutamente insuficiente para salir
de la crisis, crear el ahorro interno necesario por lo menos para
detener el proceso de descapitalización, y afrontar la creciente deuda
social con sus negativos efectos sobre el nivel de vida de la población.

La CEPAL proyecta en 2012 para Sudamérica un crecimiento del 3,9 % y
para Centroamérica 3,7 %, mientras sitúa a Cuba con solo 2,5 %, 9
décimas por debajo del PIB planificado oficialmente. Los indicadores de
la subregión aunque apuntan a una ralentización del crecimiento,
continúan siendo superiores a los de la economía cubana, que se atrasa y
margina cada vez más en el área, a lo que contribuye la persistente
oposición gubernamental a permitir el libre acceso de los ciudadanos a
Internet, con el objetivo de que permanezcan desinformados e ignorantes
de lo que sucede al exterior de las fronteras nacionales. En el Informe
de Desarrollo Humano 2011 confeccionado por PNUD, se calcula para Cuba
un Ingreso Nacional Bruto per cápita de 5.416 USD en Paridad de Poder
Adquisitivo (PPA), a precios constantes de 2005, lo que la ubica en el
lugar 26 dentro de los 33 pases de América Latina y el Caribe, con una
evidente tendencia a proseguir el descenso.

El año comienza sin que las autoridades hayan dado pasos decisivos en la
implantación de las reformas urgentemente requeridas. Ciertamente desde
septiembre de 2011 se agilizó la ejecución de medidas de alguna
importancia, plasmadas en la autorización de venta de automóviles y
viviendas, la posibilidad a los campesinos de ofertar productos y
establecer contratos directamente con entidades turísticas a través de
las cooperativas, modificaciones en la banca para conceder créditos al
sector privado, el uso limitado de instrumentos bancarios proscritos y
la eliminación de trabas a las relaciones entre el sector estatal y el
privado, el alquiler de locales a los cuentapropistas —siguiendo la
experiencia reciente con las barberías y peluquerías— en varios oficios
(carpinteros, relojeros y otros).

Estas medidas, a pesar de constituir un avance, siguen diseñadas para
trabajos de subsistencia, que dan solución momentánea a los problemas
existenciales de muchas personas, pero no sacarán el país de la crisis.
Fuentes gubernamentales han informado la eventual implantación de otros
pasos, como sería continuar en 2012 sin cobrar impuestos por la
utilización de fuerza de trabajo hasta 5 empleados, elevar hasta 10.000
pesos la cuantía del ingreso personal por el cual no se pagará impuesto
y un abono del 5 % por el pronto pago de la contribución al ingreso
personal. También se habla de la posibilidad de permitir la creación de
cooperativas, además de las existentes en el sector agropecuario, pero
no se ha especificado como funcionarían, ni las áreas concretas donde
podrán estar presentes.

Paralelamente ha sido anunciada una nueva ley de impuestos, mediante la
cual se flexibilizarían las cargas tributarias al sector no estatal.
Asimismo se dan como seguros cambios en el Decreto-Ley No.259 para la
entrega de tierras ociosas en usufructo, con la ampliación de las áreas
y los plazos de tenencia, el permiso para construir viviendas y otras
instalaciones en ellas, mecanismos de herencia para los familiares, y
ampliación de los sectores además del turismo, a los cuales los
campesinos organizados en cooperativas puedan vender sus productos
directamente, obviando el monopolio estatal de acopio.

Desafortunadamente, estas medidas han demorado demasiado en ponerse en
vigor, incluso, si comenzaran a aplicarse inmediatamente, sus
beneficiosos efectos prácticamente no se sentirían en 2012, en especial
las modificaciones del Decreto-Ley NO. 259. Por ello, este año volverán
a importarse enormes cantidades de alimentos en un monto cercano a los
1,8 miles de millón de dólares, según se ha reconocido oficialmente. Eso
asfixiará aun más la ya constreñida capacidad de compra externa,
afectando fundamentalmente la posible adquisición de equipamiento, lo
que unido a otros problemas, continuará siendo un valladar para frenar
el proceso de descapitalización de los activos tangibles y lograr una
dinámica inversionista que promueva el crecimiento económico.

Por otra parte, la demora en reducir los impuestos al trabajo por cuenta
propia y el mantenimiento de las concepciones contrarias a la ampliación
de los negocios particulares se mantendrán como obstáculos para la
reestructuración de la fuerza de trabajo en las sobredimensionadas
entidades de Estado. Esto continuará imposibilitando la organización de
los centros laborales, factor indispensable para la elevación de la
productividad, los salarios reales y, por supuesto, la motivación
laboral. Un escenario que tampoco resulta propicio para avanzar hacia la
eliminación de la dualidad monetaria, tan dañina a la sociedad.

La reforma del sistema de gestión económica continúa muy lenta. Las
obsoletas estructuras ministeriales se mantienen con muy pocas
modificaciones. Después de 2 años de trabajo, solo se llegó a la
disolución del innecesario Ministerio del Azúcar. Los demás permanecen
con una gran centralización en la toma de decisiones y grandes gastos
burocráticos. El vicepresidente Murillo en dos ocasiones ha mencionado
que existen más de 1.600 casas de visitas —instalaciones de alojamiento—
pertenecientes a los distintos organismos de la administración del
Estado, con más de 16.000 habitaciones, la mayoría con aire
acondicionado. Ese fondo habitacional equivale aproximadamente al 25 %
del total de la capacidad actual de alojamiento disponible para el
turismo. En una investigación realizada, se encontró —según ha relatado
el propio Vicepresidente— que en muchos de esos lugares ni existen
registros de las personas alojadas, lo cual brinda una idea del
descontrol y mala utilización de los recursos, una anormalidad que ha
estado presente por decenios, ocasionando fabulosas pérdidas al erario
público.

Ese señalamiento es positivo, pero deberían haberse adoptado acciones no
solo con esos lugares, sino también con la sobredimensionada burocracia,
que constituye uno de los principales obstáculos para el
desenvolvimiento del país. Además, parte de esa burocracia es fuente de
todo tipo de frenos para la implantación de los cambios, como se ha
comprobado en la agricultura donde se niega a entregar las tierras
ociosas o deficientemente cultivadas para otorgarlas en usufructo a los
campesinos.

http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/perspectivas-de-la-economia-cubana-en-el-2012-i-272591

No hay comentarios:

Publicar un comentario