lunes, 18 de junio de 2012

Algunos apuntes sobre el estado de la economía castrista según CEPAL

Economía

Algunos apuntes sobre el estado de la economía castrista según CEPAL
Elías Amor
Valencia 18-06-2012 - 9:52 am.

La aplicación de los 'Lineamientos' no mejora el desempeño económico.

Distribución de los bloques de petróleo al norte de la Isla cuyos
derechos de explotación han sido cedidos a distintas compañías
internacionales. (AP)

El Informe macroeconómico de América Latina y el Caribe, de CEPAL,
publicado el pasado jueves, aporta algunas informaciones de interés
sobre la evolución de la economía castrista. En este artículo me
propongo comentar algunas de las conclusiones del Informe, y valorar,
con los datos disponibles, el curso de los acontecimientos, después de
la aplicación de los llamados Lineamientos en la economía de la Isla.

Para empezar, 2011 se puede considerar un año perdido para la economía
cubana, que volvió a experimentar un crecimiento económico inferior a la
media de América Latina, un 2,7% frente al 4,3%, con significativos
avances en algunos países como Costa Rica, Perú o Chile, por encima del
5,5%. Cabe concluir que la aplicación de los llamados Lineamientos no
está permitiendo a la economía cubana una mejora de su desempeño.

Por lo tanto, en un contexto de expansión regional del crecimiento, la
economía castrista no solo crece menos que la media, sino que además, y
esto aún es más grave, lo hace por debajo de las cifras planificadas por
los responsables del aparato estatal, tres décimas menos. Los factores
que según CEPAL explican el modesto crecimiento económico de Cuba han
sido "la mejora de su restricción externa y de un aumento moderado del
consumo privado", en tanto que la inversión pública experimentó una
fuerte contracción dentro de los planes de ahorro del régimen para
afrontar sus dificultades financieras. Solo un dato positivo parece
quedar en esta primera valoración, según CEPAL, "la mejoría de los datos
externos facilitó la regularización de pagos a acreedores extranjeros, a
la vez que se levantaron algunas de las restricciones a transferencias
desde bancos cubanos al exterior, a favor de proveedores extranjeros".
Una medida dirigida a frenar la desinversión extranjera en la Isla que a
la vista de los resultados recientes, no parece haber tenido éxito tampoco.

Las señales de alarma de una economía ineficiente, débil y mal
gestionada, se han encendido durante 2011.

A pesar de los intensos recortes de gastos, con la eliminación de
subsidios y paralización de las inversiones públicas, el déficit fiscal
aumentó del 3,5% del PIB en 2010 al 3,8% en 2011, "debido a una
reducción de los ingresos no tributarios, en particular por
incumplimientos en los aportes de empresas estatales" entre los que se
destacan los mismos de siempre, "incumplimientos de ingresos por venta
de materiales de construcción, insumos agrícolas, productos de aseo,
entre otros". Deficiencias de la planificación central, desidia,
ineficiencia, los ejes del círculo vicioso de la economía castrista.

Los precios se disparan al alza. El Informe destaca que la inflación en
2011 fue superior a la de 2010, lo que se debe "por una parte a la
exclusión de productos de aseo personal de la libreta de racionamiento,
que se venden a partir de enero de 2011 en tiendas a precios superiores,
y, por otra parte, al incremento de precios de algunos productos
agrícolas y cárnicos como resultado de una reducción de su oferta". Una
vez más, la parálisis del sistema impide que las medidas liberalizadoras
den sus resultados previstos. Si la oferta no se flexibiliza, y se
adoptan programas realistas que fomenten la economía de mercado desde la
producción, en presencia de una demanda sostenida, los precios se
incrementarán.

La combinación de más déficit público y alzas generalizadas de precios
contribuyen a dibujar un escenario particularmente complejo para la
economía castrista en 2011.

Además, las medidas de política económica adoptadas no han sido las más
adecuadas para afrontar los nuevos problemas.

Por ejemplo, en materia de política fiscal, y ante la necesidad de
recortar el gasto, no tiene mucho sentido que las autoridades de
planificación central destinen los escasos recursos disponibles a
capitalizar las empresas públicas que, como ya se ha señalado, están en
el origen de los "incumplimientos", que a su vez incrementan el déficit
al obtenerse una menor recaudación tributaria. Como consecuencia de
ello, el régimen no ha tenido dificultad alguna en hacer recaer todo el
peso de la fiscalidad en los nuevos trabajadores por cuenta propia, que
en el caso específico de Cuba, soportan una carga fiscal insostenible,
sobre todo para actividades que arrancan desde cero o niveles muy bajos.

Y si la política fiscal ha dado problemas de ejecución, ¿qué podemos
decir de la monetaria y cambiaria, donde la coexistencia de dos monedas
sigue siendo una fuente continua de ineficiencia?

El Informe de CEPAL presta atención a esta cuestión, y alerta sobre la
insostenible situación de dos monedas, el peso cubano (o CUP) y el peso
convertible (o CUC). De un lado, el tipo de cambio oficial, usado en las
cuentas de ingreso nacional, fiscales y entre las empresas se mantuvo en
1CUP=1CUC=1DÓLAR, lo que es falso desde la perspectiva del mercado real,
en tanto que el tipo de cambio CUP/CUC, usado en transacciones
personales, se mantuvo en 1CUC= 24CUP, lo que si cabe, crea notables
distorsiones, porque tampoco obedece a los equilibrios macroeconómicos.

La política monetaria ha sido expansiva, en parte por la mayor
circulación de numerario en el sector del trabajo por cuenta propia, en
parte porque las actividades crediticias han empezado a remontar desde
niveles muy bajos. Y esto apunta a más inflación a medio plazo. El
Informe de CEPAL señala que la apertura de cuentas corrientes o la
solicitud de créditos por personas naturales en determinados supuestos,
puede llegar a estimular la inversión interna, pero no creo posible esta
situación si no se modifica el marco de derechos de propiedad existente,
que facilite las garantías jurídicas frente a posibles confiscaciones o
expropiaciones sin compensación, lo que ha estado en la base del
funcionamiento de la economía castrista desde sus orígenes.

http://www.diariodecuba.com/cuba/11605-algunos-apuntes-sobre-el-estado-de-la-economia-castrista-segun-cepal

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