domingo, 22 de julio de 2012

La ineficiencia del sistema bancario castrista

La ineficiencia del sistema bancario castrista
[22-07-2012]
Elías Amor Bravo
Economista ULC

(www.miscelaneasdecuba.net).- No es fácil encontrar referencias sobre la
pésima gestión de la economía castrista procedentes de los sectores
gubernamentales. Hay que escudriñar entre las intervenciones de las
autoridades para obtener alguna idea de interés que nos permita
comprender lo que realmente piensan muchos de estos responsables del
castrismo.

La intervención ante la Asamblea Nacional de Ernesto Medina, presidente
del Banco Central de Cuba, BCC, nos ha ofrecido algunas pistas que
trataré de exponer a partir del artículo publicado en el diario oficial
del régimen, Granma, que se ha hecho eco de dicha intervención.

En su intervención, Medina parece nadar entre el triunfalismo y la
autocrítica, un lenguaje que se ha venido imponiendo en la oficialidad
del raulismo.

Medina se contradice así mismo, al señalar que "las medidas adoptadas
hasta el momento aún son insuficientes", al tiempo que califica como
"resultados alentadores", la disminución en relación al cierre de 2011,
de los saldos vencidos de las cuentas por cobrar en un 48,7% y un 42,5%,
de las que están por pagar. Al parecer el BCC ha trabajado con el
Ministerio de Finanzas y Precios (MFP), en estos objetivos, siendo este
último el responsable de la tarea a partir de enero del 2013.

El asunto de los impagos, mezclado con el incumplimiento de contratos,
uno de los grandes problemas de la economía, fue objeto de una
intervención del diputado Ross Leal, quien señaló que el cumplimiento de
los contratos debería constituir una máxima insoslayable" para eliminar
"cualquier trasfondo u oportunidad para las ilegalidades, origen de
muchos de los problemas económicos".

Con el dedo en la llaga, Medina indicó que "el papel del Banco aquí debe
ser importante. La disminución este año en más del 40% de las cuentas
por cobrar y por pagar, demuestra que, cuando existe la voluntad por
parte de todos los implicados en estas relaciones de llevarlas a cabo
con el mayor rigor, los resultados son provechosos".

Y entonces surgen varias dudas: ¿Qué hace realmente el BCC? ¿Inyectar
dinero continuamente en la economía? ¿Facilitar cobros y pagos, cómo?
¿Realmente esto pertenece a la actividad bancaria? Lo siento, no
entiendo nada. Teniendo en cuenta estas condiciones, no puedo estar de
acuerdo con el sobre "la vital importancia de la labor que ha realizado
esa institución durante los últimos meses en aras de mejorar la
capacidad financiera interna y externa del país; promover servicios que
estimulen el desarrollo de la actividad agropecuaria, de las formas de
gestión no estatal y las acciones constructivas por parte de la
población; así como su aporte para estabilizar el sistema de pagos entre
empresas". Este enunciado simplemente se cae por su propio peso.

También el presidente del BCC dedicó su intervención en la Asamblea a
exponer la nueva política crediticia cubana (implementada desde
diciembre del 2011). Según los datos facilitados, hasta el cierre de
junio se habían otorgado 49.924 créditos a personas naturales, por un
monto aproximado de 347 millones de pesos ¿Es mucho?, ¿Es poco?, ¿Cuál
es la incidencia real en la economía? Nada al respecto.

Eso sí, cada vez que algún dirigente del régimen tiene alguna
comparecencia pública, aprovecha para culpar de todos los males al
"escenario de la crisis financiera internacional" y al "bloqueo impuesto
por el gobierno estadounidense". También parece que la precaria
actividad del sistema bancario cubano tiene mucho que ver con estos dos
vectores, según Medina, para quién es necesario "mejorar la eficiencia
de las entidades para "garantizar la disponibilidad de los recursos
demandados por la economía y la recuperación oportuna de los créditos
otorgados".

Lo cierto es que la Asamblea Nacional, casi siempre generosa con las
autoridades del régimen, no tuvo palabras críticas con el presidente del
BCC, sino todo lo contrario. Su deficiente gestión, fue "reconocida"
como un "buen manejo financiero, acorde a la actualización del modelo
económico", y tan solo algunas voces se alzaron contra uno de los males
del sistema, que es la pésima atención a la población en las oficinas
bancarias, lo que se viene constatando desde que se autorizaron los
trabajos por cuenta propia.

Algo tan simple y necesario, como el servicio de los cajeros automáticos
en las oficinas bancarias, un quebradero de cabeza para muchos cubanos,
para Medina se trata de un problema "para el que existen dificultades
técnicas que hacen muy difícil su extensión". Es preciso tener en cuenta
que la mayoría se encuentra en La Habana (alrededor del 90% de los
cajeros), siendo prácticamente inexistentes en el resto del país. ¿De
qué dificultades técnicas estamos hablando? Casi nada: dificultades
derivadas del precio de los cajeros, de las piezas de reparación, de las
líneas de comunicación con la red o el suministro de electricidad. Buen
diagnóstico de la situación actual de la economía cubana, y posiblemente
lo más relevante de todo lo expuesto por el presidente del BCC.

Eso sí, cuando se trata de recaudar divisas todo tiene absoluta
prioridad, y en ese sentido, Medina indicó que está previsto ampliar el
uso de las tarjetas magnéticas a la red de tiendas recaudadoras de
divisas (utilizando el cambio de CADECA), establecimientos gastronómicos
y centros de pago de los servicios de agua y electricidad. Esto
significa que, con el tiempo, buena parte de las transacciones
financieras que realicen los cubanos se van a hacer en estos
establecimientos.

Algunos miembros de la Asamblea se interesaron por la posible creación
de un banco agrícola, que se dedique exclusivamente al fomento de esa
actividad. Medina explicó que el Banco de Crédito y Comercio (BANDEC) se
encarga de realizar esas labores actualmente, con más del 75 % de su
cartera de préstamos dedicada al sector agropecuario y cerca de 600
trabajadores especializados en esas funciones, muchos de ellos
ingenieros agrónomos. ¿Otra entidad ineficiente?

En este punto, Medina volvió a ofrecer información relevante sobre el
estado de la economía castrista, al señalar que "la agricultura es uno
de los sectores con mayores problemas financieros en el país y el que
posee la deuda más voluminosa con el sistema bancario", y estoy de
acuerdo en que la solución pase por crear otra institución bancaria,
sino en hacer que las que existen funcionen adecuadamente. ¿Una burbuja
a la vista a punto de estallar? Cuando la política de entrega de tierras
se condiciona a la concesión de préstamos bancarios sin garantías, en
caso de no devolución de los préstamos, ¿qué puede suceder? Estaremos
muy atentos en los próximos meses. No es bueno que la agricultura esté
tan endeudada.

Algo no funciona correctamente, posiblemente el sistema de derechos de
propiedad.

Por último, la diputada de La Habana Cecilia Valdés se interesó por el
otorgamiento de créditos a las personas naturales para satisfacer
"necesidades varias". Sobre esta cuestión, Medina cortó tajantemente y
dijo que tal y como plantea el Decreto-Ley 289, se llevará a la práctica
cuando las condiciones económico-financieras del país lo permitan.

Cuando el sistema financiero y bancario de un país alcanza los niveles
de ineficiencia, incompetencia y marginalidad que presenta en la
economía castrista, donde no se abren cajeros automáticos por su elevado
coste o las dificultades de conexión a la red, según afirma su máximo
responsable, no cabe esperar mucho del funcionamiento del resto de la
economía. Cuando las instituciones de base del sistema económico, como
las finanzas, no funcionan o lo hacen mal, ¿qué podemos esperar del resto?

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=36564

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