jueves, 30 de mayo de 2013

Ejecutivos de empresas británicas también van a juicio en La Habana

Ejecutivos de empresas británicas también van a juicio en La Habana

Agencias | La Habana | 29 Mayo 2013 - 11:04 am.



Son acusados de sobornos, relacionados principalmente con negocios de

importación, y de operar fuera de los límites de su licencia.



El juicio contra dos ejecutivos de alto rango de una empresa de

inversión británica que operaba en Cuba está programado para el jueves,

según fuentes cercanas a los acusados, como parte de una ofensiva

gubernamental sin precedentes contra la corrupción, que ha involucrado a

varios empresarios extranjeros, informa Reuters.



El director ejecutivo de Coral Capital Group Ltd, el ciudadano británico

de origen libanés Amado Fakhre, enfrenta varios cargos de soborno

relacionados principalmente a negocios de importación, en el segundo

juicio en una semana contra ejecutivos extranjeros radicados en la Isla.



El jefe de operaciones, Stephen Purvis, quien dirigió varios proyectos

de inversión, se enfrenta a cargos menores, como operar fuera de los

límites de la licencia, según informaciones.



Fakhre está encarcelado desde que las oficinas de la empresa fueron

ocupadas y cerradas por la policía en octubre de 2011. Purvis fue

arrestado y encarcelado en marzo de 2012.



"Estamos proporcionando asistencia consular a ellos y sus familias y un

funcionario consular va a asistir al juicio", dijo un diplomático británico.



Los medios de comunicación cubanos, todos estatales, no han informado

sobre el juicio.



Coral Capital era uno de pocos fondos de inversión extranjeros en Cuba.

En septiembre de 2011 las autoridades cerraron una de las empresas

comerciales occidentales más importantes de Cuba, el Grupo Tokmakjian,

con sede en Canadá, después de hacer lo mismo en julio a la empresa

comercial canadiense Tri-Star Caribbean.



El juicio a puerta cerrada de Sarkis Yacoubian, originario de Armenia y

propietario de Tri-Star Caribe, se celebró la semana pasada. Uno de los

asociados de Yacoubian, el ciudadano libanés Krikor Bayassalian, también

fue acusado.



Ambos empresarios afrontaron cargos de soborno, evasión fiscal y daños a

la economía nacional.



Si el tribunal confirma su culpabilidad, se espera que la sentencia se

emita dentro de una semana aproximadamente.



"Los arrestos están dirigidos a sacudir el árbol para encontrar a

funcionarios y compradores cubanos corruptos", dijo un experto local,

que pidió que su nombre no sea revelado.



Decenas de funcionarios y empresarios cubanos habrían sido detenidos,

juzgados y condenados.



Otros extranjeros y cubanos que trabajaban para las tres empresas

extranjeras seguidas por corrupción están libres, pero no pueden salir

de la Isla por ser considerados testigos en los casos.



Reuters dijo que no pudo contactar a funcionarios y abogados de los

acusados cubanos para que hicieran comentarios.



La prensa oficial cubana tampoco informó sobre el juicio contra

Yacoubian y Bayassalian, ni ha mencionado las detenciones en el área de

comercio exterior.



"Si el Gobierno cubano pretende que las sanciones sirvan como una

disuasión eficaz a la corrupción —y no como disuasión a la inversión

extranjera legítima— debería aclarar la naturaleza exacta de las

supuestas infracciones y hacer el proceso legal más transparente", dijo

Richard Feinberg, experto del Brookings Institution y autor de estudios

sobre la economía de Cuba.



Los arrestos no tienen precedentes en Cuba, donde los empresarios

extranjeros sospechosos de corrupción solían ser deportados. Pero

observadores consideran que las medidas judiciales por sí solas

conseguirán pocos avances.



"El cambio real no solo significa la búsqueda de acciones de

cumplimiento, sino también de controles internos significativos a los

funcionarios cubanos con discrecionalidad en la contratación y de la

concesión de licencias de actividad empresarial", dijo José Gabilondo,

profesor de derecho en la Universidad Internacional de Florida.



"A estos funcionarios se les paga poco y encaran la enorme tentación de

tomar atajos por el bien de ellos y sus familias", agregó.



La empresa Coral Capital, registrada en las Islas Vírgenes Británicas en

1999, era muy conocida en Cuba por ser su socio conjunto en la operación

del exclusivo Hotel Saratoga en La Habana y en otro complejo hotelero en

el sector turístico de Cayo Coco.



La empresa también tenía planes de construir campos de golf y otras

inversiones inmobiliarias cercanas a La Habana, para lo que estaba

buscando capital.



Su fondo de inversión se diversificó en la financiación del comercio y

la importación de maquinaria pesada y otras mercancías, lo que pudo

causarle problemas en lugar de sus empresas de bienes raíces, dijeron

fuentes comerciales extranjeras.



La empresa representaba a varias marcas internacionales en Cuba, entre

ellas Liebherr Earth Moving, Yamaha Motor Corporation y Peugeot

Motorcycles Peugeot, según su desaparecido sitio en internet.



El sitio decía que Coral Capital ha invertido unos 75 millones de

dólares en Cuba, con más de 1.000 millones en proyectos de obras.



http://www.diariodecuba.com/cuba/1369818255_3477.html

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