viernes, 27 de diciembre de 2013

"Buzos" y otros privados aportan 64% del reciclaje en Cuba

"Buzos" y otros privados aportan 64% del reciclaje en Cuba
El Estado cubano paga a estos particulares 8 pesos cubanos --40 centavos
de dólar-- por kilogramo de chatarra de latas de aluminio. Luego puede
vender en el mercado mundial la tonelada por casi 1.600 dólares.
Rolando Cartaya
diciembre 26, 2013

Datos de la Unión de Empresas de Recuperación de Materias Primas (UERMP)
de Cuba indican que, de las 430 toneladas de desechos recicladas
anualmente en la isla, el 64 % proviene de las casas de compra a la
población, mientras que el sector estatal aporta el 35 %, y el resto
corresponde a campañas de los CDR y los pioneros.

La información de los medios oficiales anuncia que próximamente
comenzarán a funcionar en la isla 12 nuevas cooperativas para la
recogida de materias primas, después de experimentos exitosos en las
provincias Artemisa y Mayabeque.

Informes del Ministerio de Economía y Planificación señalan que más de
5.700 cubanos se encuentran vinculados a esta modalidad.

En la recogida de desechos reciclables por parte de la población
desempeñan un importante papel los llamados "buzos", a los que se ve a
menudo buscando en depósitos de basura y basureros. Y aunque se ha
creado una licencia para trabajar por cuenta propia en esta actividad,
muchos se dedican a ella sin obtener el permiso.

El periódico villaclareño Vanguardia llamó el mes pasado a "ponerle coto
a la proliferación de los 'buzos'". Según la publicación, ellos se
llevan ilegalmente de los vertederos "sacos repletos de cartón, papel,
plástico, latas, hierros y otras materias primas para venderlos a
entidades del Gobierno y a trabajadores por cuenta propia".

El diario recordaba que la Resolución No. 42 de 2013 del Ministerio de
Trabajo y Seguridad Social dispuso la labor del recolector vendedor de
materias primas entre las nuevas formas del cuentapropismo, pero no
especificó nada respecto a la procedencia de los recursos aprovechables.

El periodista independiente Yoel Espinosa Medrano dice en el semanario
Primavera Digital que uno de los subdramas de la telenovela brasileña de
turno, "Avenida Brasil", se desarrolla en un tiradero o vertedero de
basura, donde personas pobres tratan de buscar el sustento diario, y que
muchos cubanos que hacen lo mismo para ganarse la vida se ven reflejados
en ella.

El comunicador señaló a martinoticias que la actividad de los "buzos" se
ve facilitada por las acumulaciones de basura en las calles de las
ciudades cubanas.

SANCIONES Y RIESGOS

Los buzos pueden ser amonestados públicamente, multados, y enviados a
prisión bajo cargos de poner en peligro la salubridad y propagación de
epidemias.

El portal Café Fuerte reportó en septiembre que a comienzos de este año
el Tribunal Municipal Popular de Marianao juzgó a una decena de ellos
"que comercializaban los más disímiles artículos encontrados dentro de
los desechos sólidos del vertedero ubicado en la Calle 100, en La
Habana". Algunos fueron condenados a la sanción máxima de un año de
privación de libertad.

El Código Penal cubano, vigente desde 1987, establece sanción de
privación de libertad de tres meses a un año, o multa de 100 a 300 pesos
para quienes violen las normas de salubridad que pongan en peligro a la
comunidad.

Además, si son de otras provincias, los buzos pueden ser deportados.
Pero al margen de las sanciones que les pueden aplicar, estas personas
se juegan la vida hurgando en la basura.

Un miembro del informal gremio entrevistado por Espinosa Medrano relató
que hace dos años un amigo suyo murió a causa de una leptospirosis
adquirida en el vertedero de Santa Clara.

Muchos suelen pernoctar en los basureros en espera de los camiones que
van a descargar.

NEGOCIO MÁS QUE RENTABLE

No obstante, pese a los peligros sanitarios y los castigos puntuales, el
gobierno no ha lanzado una campaña a fondo contra los "buzos". Y la
razón podría ser que uno de sus negocios internacionales para ingresar
divisas es la venta al exterior de materiales reciclados, principalmente
chatarra. Y se trata de uno más que rentable.

Si bien la nota oficial habla de "casas de compra", muchos recolectores
cubanos de materiales reciclables recibían hasta hace poco pagos en
especie, como botellas de refresco que después revendían.

Actualmente les pagan 8 pesos cubanos (40 centavos de CUC, equivalente
al dólar) por cada kilogramo de latas de aluminio, y otras tarifas según
el material recolectado. De modo que por una tonelada (mil kilogramos)
de chatarra de latas de aluminio el Estado cubano desembolsa unos 400
dólares. Para calcular su ganancia, considere que en el mercado mundial
la chatarra de latas de aluminio se cotizó en los últimos 30 días a
alrededor de 1.600 dólares la tonelada.

El semanario oficialista Trabajadores informó en 2011 que la industria
de la chatarra reportó al país, a través de la Empresa Desmanteladora de
Equipos, 50 millones de dólares. La entidad desmantela equipos que
producen chatarra ferrosa, pero también procesa chatarras no ferrosas
como desechos de aluminio, cobre y bronce, que según Trabajadores son
claves en el proceso de exportación.

Como vimos al inicio de este trabajo, en Cuba la recolección de la mayor
parte de estos materiales, así como de los también exportables desechos
de papel y cartón, corre por cuenta de los particulares. Y no parece
importar mucho si lo hacen con licencia o sin licencia.

Source: "Buzos" y otros privados aportan 64% del reciclaje en Cuba -
http://www.martinoticias.com/content/buzos-y-recolectores-privados-aportan-64-porciento-de-reciclaje/30501.html

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