lunes, 29 de julio de 2013

No hay leche!!!

¡No hay leche!!!

[29-07-2013]

Lic.Sergio Ramos



(www.miscelaneasdecuba.net).- En el cincuentenario de la imposición de

la oprobiosa libreta de racionamiento en Cuba, nos topamos con la

noticia de la crisis en el abasto de leche en ese país. La noticia surge

a raíz de la solicitud de ayuda para zanjar el serio faltante de tan

preciado alimento por boca del presidente de Uruguay José Mujica, quien

se entrevistó con los hermanos Castro durante su reciente visita.

"Tenemos que dar una mano en la lechería" y "hacer todo lo posible, o

producir un cuadro de leche con el respaldo de los gobiernos para que se

transforme en leche en polvo, y ayudar a su vez a multiplicar la

productividad acá", dijo Mujica a los periodistas en La Habana con

motivo de su visita a Cuba por el 60 aniversario del ataque al Cuartel

Moncada.



Desde los comienzos del racionamiento el régimen dispuso que sólo los

niños hasta la edad de siete años y algunos enfermos pueden tener acceso

a la leche en cantidades limitadas.



La saga de la leche se remonta al inicio del castrismo. Desde temprano y

en diferentes ocasiones a lo largo de cinco décadas, el gobierno

totalitario ha realizado innumerables planes para alegadamente

desarrollar la industria láctea, sin hasta el presente lograr resultados

satisfactorios concretos.



A la llegada al poder del castrismo en 1959, Cuba se vanagloriaba de

poseer una res por habitante, en una población de seis millones de

habitantes. Para el año 1958 la producción de leche fresca fue 785

toneladas métricas, siendo el sexto en la América Latina (1). En la

práctica, Cuba producía toda la leche que el país consumía.



La desgracia comenzó por el capricho del dictador totalitario que se

creyó omnisciente e infalible. Así, so color de eliminar el latifundio,

expropió las tierras productivas a sus legítimos propietarios, entre

ellas, las ganaderías y colocó al frente de las lecherías a personas

políticamente leales a él, pero ignorantes en la materia. Destruyó los

pastos para sembrar los cultivos de su antojo y arrasó con la ganadería

de leche.



El propio dictador desalentó la producción de leche. Así en 1967 el

tirano Fidel Castro instó a los pequeños agricultores a dejar la

producción de leche para producir ganado de carne y cruzar las

productivas vacas Holtein con Cebú. Y sobre el particular, se expresó el

dictador y citamos:



"Tú tienes que estar ordeñando 25 vacas diarias, es un trabajo fuerte.

Es decir, que para ti, por ejemplo, si tú allí en vez de tener ganado de

leche... No te estoy diciendo que abandones el ganado de leche. No sé

las situaciones concretas de allí del pueblo de Taguasco, pero lo que te

quiero decir es que tú en la caballería y media puedes tener de 40 a 50

cabezas. Si en vez de inseminar ese ganado con Holstein lo inseminas con

Charolais o lo inseminas con Santa Gertrudis, cuando tengas F-2, cuando

tengas F-3, ya tienes una ganadería de carne de magnífica calidad. En la

media caballería, 10 cuartones, fertilización, tú lo único que tienes

que hacer es trasladar cada cuatro o cinco días el ganado de un cuartón

para otro. Y producirías —¿quieres que te lo diga?—, en divisas puedes

producir 7 000 u 8 000 pesos en divisas todos los años en tu caballería

y media de una manera muy fácil." (2)



He ahí uno de los comienzos de la destrucción de la industria lechera

cubana, y cuyo discurso estuvo matizado por una contradictoria expresión

demagógica:



"Llegará el día en que ese individuo salga corriendo cuando pase el

carro de la leche diciendo: "Oye, no me dejes la leche aquí." ¿Saben por

qué? Les voy a decir por qué. Llegará el día en que las frutas, los

vegetales, hasta la leche se distribuirá gratuitamente a todo el pueblo."(3)



Y después de cinco décadas, ¡No hay leche!!! Y no la hay porque además

de los desastrosos caprichos del tirano, el modelo marxista-leninista de

estatización de los medios de producción no funciona, pues no estimula

la productividad. La cual, también, fue mermada por la incapacidad de

sus dirigentes, cuyo fin es empobrecer al pueblo para dominarlo más

fácilmente y ponerlos a trabajar como esclavos para de la casta gobernante.



Cuarenta años después de aquel imprudente discurso, el dictador sucesor

y general de ejércitos Raúl Castro volvió a traer el tema del faltante

de leche en un discurso en Camagüey:



"Respecto a la producción y distribución de esta última, la leche,

estamos conscientes de que son aún muy limitados los recursos materiales

que se han podido asegurar a la ganadería. Sin embargo, la naturaleza

durante los dos últimos años nos ha favorecido y todo indica que se

alcanzarán los 384 millones de litros de leche planificados, aún muy

lejos de los 900 millones que llegamos a producir cuando contábamos con

todo el pienso y el resto de los insumos necesarios". (4)



O sea, que la producción de leche ha mermado consistentemente y que Cuba

no produce lo suficiente para satisfacer la demanda nacional por leche.

Y en este sentido, el dictador de turno añade en su discurso:



"Es decir, que el objetivo principal es producir más leche para asegurar

la que necesitan en primer lugar nuestros niños —estamos hablando de

alimento fundamentalmente de niños, y de enfermos, con eso no se puede

jugar tampoco—, incluso sin renunciar a la perspectiva de que otras

personas puedan recibirlo en el futuro."(5)



Puesto en palabras claras. En Cuba, ¡No hay leche!!!



No hay leche, a pesar de todos los litros que produjo 'Ubre Blanca', una

famosa vaca protagonista de la propaganda y ganadora de un record

Guinness y del fracasado plan lechero 'Niña Bonita' en los setenta.

Porque el problema no radica en una vaca de la cual se enamoró un

tirano, ni en planes fantasiosos de un tirano caprichoso, sino en muchas

vacas capaces de producir la leche para todo un pueblo en manos de

campesinos conocedores e ingenieros agrónomos capacitados, con libertad

para producir, distribuir y vender el preciado alimento lácteo al

mercado nacional, sin restricciones, ni esquilmados, ni explotaciones

del estado.



Por eso, luego de 54 años de castrismo y miles de planes, experimentos,

y caprichos insensatos, Cuba vuelve a recurrir a sus aliados para

obtener un nuevo subsidio: La leche. Esa de que hablaba el tirano mayor

alardeando que sobraría y que la distribuirían gratuita y a granel a

toda la población.



¡No hay leche!!! ¿Cuántas veces los cubanos de a pie se toparon con este

letrerito en la bodega y sus hijos no pudieron desayunar?… ¿Y cuántas

veces más las madres cubanas tendrán a toparse con esta desesperante

realidad? ¡No hay leche!!!



Cuba, ahora, dependerá del subsidio lácteo de Uruguay para que los niños

y los enfermos tomen leche, porque el tirano y su zahorra gobernante

destruyeron la industria lechera cubana.



Y lo triste de este drama es que mientras estén en el poder los mismos

destructores de la economía cubana, nuestros niños y enfermos no tendrán

garantizado el abasto de leche, y mucho menos la población en general,

pues el mal radica en una cuestión sistémica marcada por la imposición

un modelo ineficiente 'per se', que fue desechado por los propios

creadores, los rusos, por inoperante, costoso y empobrecedor.



Fuentes:

(1) América en Cifras, Unión Panamericana, Secretaria General,

Washington DC Statistical Yearbook , 1959, United Nations, New York, 1959

(2) Discurso de Fidel Castro ante el III Congreso de la ANAP, 18 de mayo

de 1967

(3) Ibid.

(4) Discurso de Raúl Castro, Camaguey, 26 de julio de 2007.

(5) Ibid.



Source: "¡No hay leche!!! - Misceláneas de Cuba" -

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/51f62e763a682e08cc19899d

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