lunes, 31 de marzo de 2014

Cuba necesita el capital extranjero, pero en primer lugar libertad

Cuba necesita el capital extranjero, pero en primer lugar libertad

Actualizado: 29/03/2014 22:08 horas



LA LEY de Inversión Extranjera aprobada ayer por unanimidad en un pleno

extraordinario celebrado a puerta cerrada en la Asamblea Nacional de La

Habana pone de manifiesto el fracaso económico de la dictadura comunista

de los hermanos Castro. En 1995, el desplome de la URSS y el

desmoronamiento del bloque soviético dejó a la isla sin su principal

sostén financiero, Fidel Castro tuvo que abrir la posibilidad a que

capitales extranjeros invirtiesen en empresas públicas. Ahora, la

debilidad económica que está viviendo Venezuela, de cuyo petróleo

adquirido en ventajosas condiciones depende el régimen, ha obligado a

Raúl Castro a reconocer la «necesidad imperiosa» de liberalizar

tímidamente su modelo económico. Según ha declarado el vicepresidente

Marino Murillo, Cuba «necesita de 2.000 a 2.500 millones de dólares

anuales de inversión extranjera directa para llevar adelante su modelo

socioeconómico socialista». El objetivo, ha afirmado Murillo, es que el

país pueda alcanzar un objetivo de crecimiento anual de entre el 5% y el

7% del PIB, frente al 2,7% actual.



La nueva ley, que viene a sustituir a la de 1995, promulgada en el

llamado Periodo Especial permitirá por primera vez invertir a los

cubanos exiliados, aunque muchos de ellos, residentes en Estados Unidos,

no podrán hacerlo debido al embargo sobre la isla que dura ya más de

cincuenta años. Además, permitirá que los inversores puedan hacerlo en

«todos los sectores», salvo en educación, salud e instituciones armadas.

Especial interés tiene el régimen en reactivar la producción agrícola,

que supone casi el 20% de su economía y se encuentra estancada, y en

convertir al puerto de Mariel, a 50 kilómetros de La Habana, en un motor

de desarrollo.



No obstante, y a pesar de los ventajosos incentivos fiscales que

contempla la nueva legislación y de que el Gobierno ha garantizado la

seguridad de las inversiones anunciando que las empresas con capital

extranjero podrán ser expropiadas solamente «por motivos de utilidad

pública o interés social», los hermanos Castro deben iniciar sin más

dilación un proceso de transición que conduzca al país a la democracia.



Es cierto que esta ley representa un primer paso que puede resultar

esperanzador para los habitantes de la isla, que sueñan con la

desaparición de las cartillas de racionamiento, pero, como se ha

demostrado hasta ahora, el proyecto liberalizador debe ser más profundo

para que se convierta en un verdadero impulso económico que ayude a la

isla a salir de su situación de pobreza y subdesarrollo.



Es muy sintomático que en la ley se haya dejado claro que se impedirá

que los medios de comunicación caigan en manos privadas y se rompa así

el control que el régimen mantiene sobre los medios de comunicación. Son

pocas las señales de que los Castro vayan a aflojar su férrea dictadura.

Sin libertades reales, sin la liberación de todos los presos políticos

encarcelados y la posibilidad de que la oposición pueda articularse sin

trabas, en fin, sin una democracia plena y efectiva, difícilmente podrá

alcanzar Cuba un desarrollo económico estable.



Source: Cuba necesita el capital extranjero, pero en primer lugar

libertad | ELMUNDO.es -

http://www.elmundo.es/opinion/2014/03/29/53373655e2704e0b078b456e.html

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