jueves, 23 de febrero de 2017

Cuba y la corrupción de Odebrecht

Cuba y la corrupción de Odebrecht
¿Cuál es el papel de la isla comunista en el escándalo continental?
Jueves, febrero 23, 2017 | Reinaldo Emilio Cosano Alén

LA HABANA, Cuba.- El cataclismo legal-político desatado por corrupción
por la trasnacional brasileña Odebrecht —la mayor constructora de
América con más de 167 mil trabajadores en sesenta países— arrastra a
gobernantes, exgobernantes y partidos políticos de varios países, y
sería una "rareza" que el escándalo mayúsculo no salpique a funcionarios
cubanos.

Se conoce de otros sonados escándalos por corrupción en la isla. Entre
ellos contra el empresario canadiense de origen armenio Cy Tokmakjian y
otros dieciséis implicados en 2014, llevados a prisión por corrupción.
Tiempo antes el empresario también armenio Sarkis Yacoubian,
expresidente de la firma Tri Star Inc., fue condenado a nueve años de
prisión por el mismo tipo de delito. O el escándalo por pago de sobornos
e influencias —del que no se ha vuelto a hablar— relacionado con el
cable submarino entre Cuba y Venezuela que implicó a dirigentes del
Ministerio de Comunicaciones e Informática de Cuba, a la telefónica
cubana ETECSA y otros ministerios cubanos y venezolanos.

La multinacional brasilera Odebrecht fue esencial en la construcción de
una terminal de contenedores en la Zona Especial de Desarrollo de Mariel
(ZEDM), de 465 kilómetros cuadrados (180 millas cuadradas) al norte de
la provincia Artemisa, a 45 kilómetros al oeste de La Habana.

Brasil aportó 682 millones para las obras del ZEDM provenientes del
estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bndes) de
Brasil y otros 290 millones del Bndes para desarrollar un parque
industrial alrededor del Puerto.

Odebrecht fue tabla de salvación para llevar adelante el proyecto de
gran envergadura del Mariel, poco atractivo para invertir por muchas
empresas extranjeras por el embargo norteamericano. Fue inaugurado el 1
de noviembre de 2014 por la entonces presidenta de Brasil Dilma Rousseff
y el gobernante cubano Raúl Castro.

Se cuestiona a Odebrecht con 98 millones de dólares por corrupción en la
Venezuela de Chávez; en el Ecuador de Correa con 33 millones; otros 92
millones se hallan "extraviados" en República Dominicana, más 59
millones en Argentina con Cristina Fernández de Kirchner. Además hay 59
millones de dólares en sobornos al garete en Panamá. Once millones
"tocan" a Colombia. Algo más de once millones a México. Sin pasar por
alto que la trasnacional brasilera tuvo que pagar 3 500 millones de
multas por sobornos en los Estados Unidos.

El expresidente de Perú Alejandro Toledo es el más reciente acusado por
recibir recompensas ilícitas de Odebrecht. Parecía jugar a los
escondidos con la Interpol, que lo busca para echarle garra.

La presidenta de Brasil y sus secuaces tenían miras de largo alcance
puestas en Mariel: ser los primeros en Cuba con presencia comercial e
industrial para beneficiarse de la nueva ruta industrial prevista
Brasil-Panamá-Cuba-Estados Unidos, que parecía estar a las puertas con
la reapertura de las relaciones diplomáticas entre La Habana y
Washington, favorecida por el Presidente Obama. Por otro lado, ayudaba
en la idea la ampliación del Canal de Panamá.

En esa cuerda, el entonces ministro de Desarrollo brasilero, Fernando
Pimentel, en visita al puerto del Mariel en septiembre de 2012 se reunió
con altas autoridades del Gobierno y declaró que su país podía dar gran
impulso en la Zona Especial de Desarrollo del Puerto del Mariel en la
producción industrial, con grandes almacenes y una zona aduanera de
libre comercio. "Tenemos gran interés en cooperar en la modernización
del proyecto socialista de la economía en el marco legal (…) e
incorporar el mayor número de empresas brasileñas", dijo a la prensa.

Pimentel firmó además un documento de préstamos a Cuba por $200 millones
para que pequeños agricultores pudieran adquirir tractores y otros
equipos agrícolas de su país. Nada o poco se supo después de esos tractores.

La voz discordante fue del socialcristiano Everaldo Pereira. Durante un
debate electoral por televisión el 27 de agosto de 2014, interrogó a
Rousseff —según EFE— acerca del crédito que Brasilia concedió a Cuba
para la amortización del Puerto-Zona Franca del Mariel. Pereira pidió
públicamente desautorizar esa financiación porque "favorece a la
dictadura cubana". Rousseff respondió que la inversión en el ZDEM era
parte del apoyo financiero de su gobierno a obras de infraestructura en
países de América Latina, entre ellos Cuba.

Si bien Cuba no aparece aludida por el estremecimiento continental por
corrupción de la trasnacional brasilera, ni necesariamente tendría que
estar en la lista negra, hay quienes recelan y piensan que hubo
demasiado secretismo en las conversaciones Brasil-Cuba. La falta de
información pública envuelve todo negocio importante en la isla. Pero
puede resultar una bomba de tiempo a estallar precisamente en el
Puerto-Zona Franca de Mariel.

¿Qué habría de extraño que algún implicado fijara su índice sobre la
isla? Solo se precisa del desgraciado que hale la espoleta con tal de
salvar su pellejo.

Recuérdese al ingeniero Marcelo Odebrecht, heredero de la compañía que
fundó su padre, condenado por corrupción, a "solo" 19 años de prisión.
Pena rebajada por colaborar con la Justicia que tanto deshonró. A
cualquier se le va la lengua. Cuestión de lógica. Y de tiempo.

Ironía en el largo diferendo Cuba-Estados Unidos es que dos días después
de la inauguración de la ZDM atracó el buque mercante MV.K Breeze, de
Singapur con un cargamento de pollo congelado de los Estados Unidos.
Venta que ayuda a mitigar tan deficiente alimentación del cubano.

cosanoalen@yahoo. com

Source: Cuba y la corrupción de Odebrecht CubanetCubanet -
https://www.cubanet.org/mas-noticias/cuba-y-la-corrupcion-de-odebrecht/

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